Estos cabezudos duermen durante todo año en la Casa de Cultura de Huertas de Ánimas, allí descansan y son reparados o retocados, si es necesario, para volver a salir por las calles durante las fiestas del Rosario. Se puede observar el armazón que se cubre con los trajes y las cabezas grandes. Desvelamos este “misterio” porque algunos de nuestros peques tienen miedo de ellos. Aquí les mostramos que es un juego de fantasía, para pasarlo bien y divertirse.