Cada año nuestros alumnos y alumnas juegan con las hojas del otoño que caen al suelo del patio y preparan enormes ramos decorativos con ellas. Aquí compartimos uno de los ramitos confeccionado por dos niñas de cinco años.
Felicidades a todos los niños y niñas del mundo que tienen la suerte de poder asistir a una escuela, estudiar, aprender, ser respetados en su infancia y tener unas manos amorosas y dedicadas que les muestren cada día el camino para crecer sanos y felices: Las manos de sus maestros y maestras. Felicidades a las maestras y maestros por tener un trabajo tan digno y especial. ¡Feliz día, “profes”!
Las familias, maestros y maestras, educadores y la sociedad en general, somos espejos en los que los niños se reflejan. De nosotros aprenden: serenidad, autocontrol de las emociones, no violencia, amor, respeto, tolerancia, hábitos…por lo tanto, será muy importante escoger con delicadeza las estrategias educativas, nuestro lenguaje verbal y corporal y todas nuestras acciones dirigidas a ellos. Tenemos una gran responsabilidad compartida entre todos los implicados. El futuro está en las manos de la infancia.
Reflexiones del Hada Lily.