Empieza la cuenta atrás. Queda muy poco para que nuestros «peques»lleguen a la escuela. Casi todas las familias nos preguntan cómo enseñamos los números, las letras, los colores, los idiomas… pero además de todo eso, la escuela es fundamentalmente un camino de aprendizaje para la vida.
En el cole nuestros «peques» verán a otros niños y niñas diferentes, más o menos gorditos, más o menos altos,y altas, morenos, morenas, rubios, rubias, sonrientes, llorones, tristones, alegres, risueños, habladores, callados, calladas. Todos y todas tendrán nombres diferentes, familias diferentes, formas de hablar y comportarse, actitudes, hábitos diferentes. En la escuela aprendemos sobre todo la base de la vida en sociedad: EL RESPETO A LA DIFERENCIA. Porque es ese respeto el que nos hace IGUALES en la convivencia.
La sociedad no es un jardín de recreo para los listos y listas, guapos y guapas. No vamos a encontrar seres perfectos. Y ningún título nos garantiza ninguna forma de éxito. No es un jardín de perfección. La sociedad estará llena de personas diferentes con las que habrá que aprender a convivir en paz y armonía y eso exige una educación y el desarrollo de unos hábitos, aptitudes y actitudes.
Entre todos y todas, familias, maestros y maestras,compañeros, compañeras, entre todos los miembros de la comunidad educativa, intentaremos que nuestros niños y niñas aprendan todo esto junto a nosotros: A vivir en sociedad y a sentirse útiles, valorados, queridos e integrados, cada uno desde sus diferencias individuales, físicas, mentales, espirituales, sociales. Sean como sean, siempre respetados para poder crecer en todas sus dimensiones y a la vez, aprender a respetar a los demás. Vamos adelante…