El año pasado, con la visita de un toro cabezudo, algunos de nuestros «peques» de tres años se sintieron incómodos, así es que este año, hemos tenido mucho cuidado de enseñarles los que nos han visitado, poco a poco, y dejando que jueguen con ellos previamente, para no asustarse. Aun así hubo a quien no le convenció, aunque otros disfrutaron de lo lindo…y no había forma de retirárselos de las cabecitas. Mañana os contaremos más sobre la visita del gigante. Y es que las fiestas empezaron ya en el cole…
Oct5