Bajo sus yelmos y armaduras, los caballeros no eran fáciles de reconocer, por ello decoraban sus escudos con un blasón o escudo de armas.
Los nobles usaban en sus escudos familiares unos dibujos que representaban sus orígenes, virtudes, particularidades de su familia.
Al ver el dibujo ya sabían a que familia pertenecían. Por ello, el bufón Martín nos ha visitado dejándonos los escudos de nuestros apellidos y proponiéndolo a que nos hagamos nuestro propio escudo.
¡¡¡NOS PUSIMOS A HACER NUESTROS PROPIOS ESCUDOS!!!
1.- Cogimos el escudo de nuestros apellidos que nos había dejado nuestro amigo el bufón.
2.- Dibujamos nuestros escudos en grande.
3.-¡ Así quedaron!