Ayer, cuando entramos en el colegio, nos encontramos con una sorpresa: Un gran esqueleto de dinosaurio, un tiranosaurio rex estaba colgado del techo del colegio.
Había sido Joaquín, el empleado del museo, papá de Nadia, que nos había traído un esqueleto para que lo viéramos.
Gracias, nos ha gustado mucho. Los niños se han sorprendido mucho al ver el dinosaurio.